martes, 2 de noviembre de 2010

Del miedo a la osadía

No hubo adiós ni apretón de manos,
me lancé al río y me dejé llevar por la corriente radical,
poco me importó el antes y la reacción posterior,
el cansancio adormeció mi alma y ahora creo tener un bloqueo de sentir..
El miedo enmudecía mi boca. tus cantos me parecían indolentes y mis oídos quedaron sordos de ti..
tomé un bus y desaparecí por los caminos de la vida,
me bajé a la orilla de la laguna y pedí un deseo: que mis ojos fueran ciegos ante tu presencia y que mis pasos jamás fueran hacia atrás..
Lloré un río sobre la mesa, botando la culpa y el pasado,
machaqué el limón y lo puse sobre la herida,
el ardor me dio calma y cicatrización..
Eras todo y ahora eres nada,
quién lo diría?
cuantas cosas pueden cambiar en tan poco tiempo o con la visión real de un acto repetitivo y despreciable..
Me lanzó al mar de la vida,
sin contar como antes,
de una vez,
como el click de tu desaparición..



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