La entrada al paraíso con mis tormentos en las manos,
sangrando angustia en la alfombra recién puesta
en el recibimiento iluso y la carne fogosa
Tan de preparativos,
Tan siempre dispuesta
Con los ojos destellantes hablando con colores
Con las manos tan de rosa con espera infinita
Con la mente obrera y explotada
y el corazón susurrando en grito silencioso
Hasta detenernos en un paradero y con un beso perder la memoria de forma temporal con deseos de definitiva..