Puedes ser un hierro cuando en el fondo te derrites de intensidad,

puedes mentirme y decir grandes verdades

para así volverme más fuerte y convencerme de ello..

Puedo acercarme y hacerme víctima de mis impulsos pero las ganas se desvanecen cuando la desilusión me entra por los poros hasta entrar profundo..

Yo no soy perfecta ni tampoco inocente,

pero sentía intensamente hasta lanzarme del risco más alto,

sentía como nuestros cuerpos se aferraban a la esperanza,

sentía como nuestras miradas se volvían cómplices ante la adversidad

y sentía como la verdad me hacía confiar y confiar..

Pero la sinceridad se pegó un golpe contra la pared,

se aturdió y acabó con cualquier opción,

se aferró a la distancia y así comenzó un incendio,

las llamas recorren cada rastro,

arremete contra los recuerdos

derriba palabras y tratos..

Es así como un corazón frío ganó una noche,

se jactó contra ríos que recorrían los surcos de una persona,

se jactó de felicidad sin siquiera abrazarla,

se jactó de risa cuando era venganza..

Y es así como un corazón desbordante volvió a levantarse,

logra convencerse de que el amor tocará su puerta

y derribará todo hielo contagiado,

pues desbordante nunca muere

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