domingo, 1 de agosto de 2010

Dejame fumarte


Estás dentro de mi cajetilla,
como quien espera en su hogar para la salida perfecta,
descansando quien sabe de las muchas actividades que has realizado,
estás permanentemente bajo esas cuatro paredes,
mientras sólo quiero prenderte...
llevarte a pasear,
deleitarte en mi hora de no descanso
Eres igual que un cigarro,
provocas adicción,
ansiedad ,
en el frío abrumador,
y en el calor sofocante..
En mi miedo , en mi alegría,
en mi júbilo,
estando pero no estando,
mientras me permito dominarte aunque sea un par de minutos,
para asegurarme,
para abrocharme el cinturón,
y simplemente nos vayamos de viaje,
un momento,
que se hace trascendente en el tiempo

1 comentario:

  1. Hola compatriota, un gusto encontrarte. Para desgracia nuestra, compartimos el bendito-maldito vicio del cigarro. Como toda adicciòn provoca un complejo sentimiento de amor-odio, amor pues nos acompaña en todo y no concebimos un buen momento sin un pucho ni una tristeza sin su compañía... odio pues queramos o no es una atadura y somos sus esclavas.
    Y ahora como dice nuestro Víctor... "voy a hacerme un cigarrito"
    Saludos fraternos!

    ResponderEliminar